jueves, 9 de noviembre de 2017

El anillo de oro

Con gran entusiasmo , disciplina y dedicación, Anita fue guardando en una caja de madera parte de su sueldo; era para comprarse un anillo de oro como homenaje a su primer trabajo de analista de Seguros.
El anillo estilo graduació donde haría grabar sus iniciales ALB.

Una vez completo sus ahorros lo compró, lo usaría por siempre como símbolo de su esfuerzo. Así fue, su anillo lucía en el dedo anular de su mano derecha siempre.

Pero un día, despertó y luego de su arreglo personal fue a buscar su anillo y no lo encontró, reviso, escudriño y nada, por ningún lado estaba su trofeo de oro que usaba en el dedo anular.

Pasaban los días y era infructuosa la búsqueda, casi decepcionada y triste cada día, por no lograr encontrar su anillo, hasta aquella noche que tuvo un sueño revelador.
Sonó que estaba debajo del agitador de la lavadora; se levanto y dirigió al lavandero, saco el agitador y allí estaba su anillo de oro.
Maravillada por el sueño revelador guardo silencio y comenzó a usar nuevamente su anillo que decidió llamarlo mágico.

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