La existencia universal conspiro con mi desasosiego aquel día hasta llevarme a su espacio sideral, aun viendo su reposo perenne, lo percibí titanico, absoluto y admirable ante mi infinita pequeñez.
Era el Comandante, permanencia en su reposo profundo, mi lacerante tristeza casi me impedía razonar... ¿Que le has hecho a la Patria? ¡Porque a mi corazón ya lo se!, sentía una especie de atormentada locura que me inducia a reprocharle y gritarle en silencio mi desesperada inconformidad.
Al mirar su rostro me volvió la cordura, y dije: Eres mi Patria y por ti seguiré viviendo Comandante
No hay comentarios:
Publicar un comentario