Solo al llegar me impacto la publicidad que fue colocada a la entrada del museo; era una banda de tela muy ancha, con su rostro y nombre muy visibles, !vibro mi energía contagiando a mis emociones!
Fuimos recorriendo las salas, observando y admirando las maravillosas obras correspondientes a las diferentes etapas de su vida artística; la sepia, azul, blanco, la luz, paisajes, retratos, Juanita y muchas mas.
Pero había otra sala, aquella, de muy poca luz, silenciosa pero muy concurrida, hacia ella me apresure en llegar.
Si, era un salón grande, semi oscuro, las obras no eran pinturas, sino muñecas, grandes, elaboradas con tela de coletos, cartón, una especie de palma seca, cintas y ropas ya confeccionadas, estaban sentadas en sillas, bancos y hamacas.
Mi asombro me dejo sin pronunciar palabras y fije mi vista solo en ese grandioso espectáculo de alta creación artística, camine lentamente para admirar esas obras, de repente una magia inundo la sala, no pude determinar como logre o que fuerza, energía o factor universal me traslado a otra dimensión; la del movimiento, fue entonces que todas las muñecas adquirieron vida, se levantaron de sus lugares asignados y me invitaron a seguirlas y hacer una especie de danza subliminal, mi cuerpo entró en un estado de miedo y buscaba a Hector, al publico a la gente pero era inútil yo estaba sola con las muñecas, el movimiento y una sala semi oscura.
Atontada, asustada, semi aturdida y a la vez maravillada logre escapar del movimiento y salí por un túnel a mi dimensión.
Camine despacio, busque a Hector y le pregunte
_Viste la sala de las muñecas?
Respondió _ Si, hay fue cuando te perdiste y no se que te hiciste, porque te busque y no te encontraba.
Hice un silencio absoluto y respondí
_ Fui a ver la luz y el movimiento en otro aspecto universal
Salimos y regresamos a casa
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